Ya no dependo tanto de las personas, comencé a ser más independiente. Me di cuenta que me equivoqué mucho con cierta gente, y que fui muy acertada al elegir a otra.
Que quien menos pensé que sería "importante" resultó serlo, y que creo no ser yo, tan importante para alguien que lo era todo para mí.
Que no se deben desperdiciar perdones en gente que quizás no merece que les pidas disculpas, y que debes demostrar lo que sentis por otra persona.
Que se tiene que apreciar todo lo bello que hay a nuestro alrededor. Que una simple noche estrellada te da calma, que una charla con una verdadera amiga/o hace que te vuelvas a sentir bien. Que no necesitas estar rodeada de gente, porque cuando necesitas verdaderamente a alguien nunca están. Que tus verdaderos amigos son aquellos que te preguntan cómo estás porque sinceramente quieren saberlo, y no por mera "rutina".
Que escribir hace que descargues muchas broncas, intranquilidades, etc. Y que la música es una buena compañera en las noches de insomnio.
Entendí que nadie merece tus lágrimas, salvo que sean de alegría u orgullo. Que quien realmente te aprecia, no te hace llorar.
Aprendí muchas cosas en este año, y espero aprender muchas más en el año entrante y en todos los siguientes.
Puedo decir...
"QUE BUEN AÑO"
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